Un buen servicio al cliente depende de ti
Desde pequeños nos enseñan a ser considerados y tratar al prójimo como quisiéramos que nos traten a nosotros mismos. Se nos dice que pensar en uno es ser egoísta. Pregúntate: ¿Si pienso en mí, si me considero a mí, esto generaría algún cambio en mi vida? Y la respuesta es que sí: piensa en ti y acertarás. Todo cambio comienza con uno.
Esta regla aplica en particular al crecimiento de tu negocio. El servicio al cliente ayuda a definir cada una de nuestras experiencias, y es determinante en nuestra decisión de continuar patrocinando. El éxito que podemos lograr en nuestros negocios lo determina uno mismo. Todos los días llevas a cabo distintas gestiones - vas al banco, atiendes un cliente, supervisas tus empleados, ordenas el almuerzo, y compras algún detalle. Pero este recorrido de actividad no transcurre sin novedad. Desafortunadamente, todos enfrentamos por lo menos a alguien que actúa sin cuidado, con desinterés, y desconsideración - y no me refiero únicamente a las gestiones en agencias de gobierno. La verdad es que poco a poco se está perdiendo la atención al servicio al cliente en el sector privado. Los negocios están perdiendo dinero porque un empleado no te trató bien a ti. Por eso enfatizamos en que pienses en ti y acertarás, porque si te aseguras que tus empleados traten a todos los clientes de la misma manera que tú esperas que te traten a ti, garantizarás que ese cliente regrese. Mejor aún, recomendará tu negocio una y otra vez. Esto fortalece tu reputación y es tu reputación la que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso.
El mercado libre nos ofrece un sinnúmero de opciones en productos, servicios, y ofertas. Considera lo que te mueve a ti a seleccionar uno sobre el otro - la contestación es sencilla: ¿cómo te sentiste? Si cada uno de nosotros pensáramos en nosotros mismos y cómo nos sentimos, no permitiríamos que un empleado hable por su celular antes de atender a un cliente, enfatizaríamos que el cliente se atienda de inmediato y no se le deje esperar, o nos aseguraríamos que se le de seguimiento al cliente que llegó a buscar información. Uno no suele pensar en que una sola persona te puede sumar o restar clientes, pero la verdad es que su experiencia es multiplicadora para bien o para mal.
Toma el tiempo para poner en práctica pensar en ti y aumentar tu clientela. ¡Todo comienza con uno!
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